Cuando escuchamos la palabra juventud, nos vienen a la cabeza expresiones, como: energía, salud, oportunidad, vitalidad, etc. Porque hablar de juventud es traducirlo en una voz interior que nos habla a la conciencia diciendo: “tienes tiempo suficiente para proponerte lo que quieras en tu vida y lograrlo”, “date vida, antes que llegue la vejez”. 

Pero, seamos realistas y directos. Para hablar de juventud, se hace necesario preguntarse, ¿qué están haciendo los jóvenes de hoy con su tiempo?, ¿realmente saben ellos qué deben hacer con sus vidas?, ¿hacia dónde va la juventud en la actualidad?, ¿tienen los jóvenes conciencia del papel que desempeñan en la sociedad en la vivimos?

A simple vista, parecen muchas preguntas, pero todas tienen una única y definitiva respuesta: la juventud está derramando su tiempo gota a gota en muchas cosas superficiales. Claro está, tenemos excepciones, porque reconocemos que hay jóvenes con objetivos claros y firmes en sus vidas; jóvenes que, aunque le digan bicho raro, porque no usen hookah, no fumen vape o porque no malgasten su tiempo en las redes sociales y en el mundo del internet, como lo hacen la mayoría; estos saben lo que quieren y hacia donde dirigen su existencia.

La juventud de este tiempo se pierde lentamente como una gota de agua que cae de cualquier lugar, pese a que, al pasar el tiempo puede crear un gran mojadero e incomodar a las personas. Lo mismo pasa con los jóvenes que han optado por vivir la vida sin dirección, sin límite, y haciéndole la vida imposible a sus padres, familiares, vecinos y autoridades militares. 

Creo que la juventud de hoy vive sin dirección, a pesar de tener internet, y de gozar del acceso a utilizar el GPS. Además, está perdida justamente porque se encuentra metida en muchas cosas y a la vez, no está en nada. Por eso se va disminuyendo su capacidad de memorización, su sensibilidad ante las necesidades de sus padres y amigos, y suelen ignorar las leyes y proponer un estilo de vida sin reglas. 

Entonces, aparecerán aquellos que dirán: todos los jóvenes no son así. Esos jóvenes descritos anteriormente son los que viven metidos en los teteos, aquellos que se criaron sin papá y sin mamá, esos que por más consejos que se le dieron, realizaban todo de mala manera, aunque en el fondo supieran que ellos mismos iban a salir perjudicados. 

Sí, a lo mejor sean esos los jóvenes y otros más que, con el tiempo prefirieron la vida fácil y alegre, que sacrificarse para construir su propio futuro. Esos, que gota a gota fueron derramando su vida en cosas banales, creyendo que el tiempo es como la repuesta de una goma, que solo se quita una y se coloca otra. Seguro son esos jóvenes que gozan la vida mientras pierden su salud, oportunidad y sus metas, pensando que su vida es un infierno y quieren compartirlo con otros.

Entonces, si los jóvenes derraman su tiempo gota a gota, ¿Qué hacemos para recogerlo?      

 

Categorías: Opinión

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